jueves, 9 de febrero de 2012

Entiéndeme 03

Titulo: Entiéndeme
Género: angustia, romántico, vida cotidiana.
Personajes: principalmente Arashi
Parejas (Shonen ai): NinoMoto y Shohno
Notas del Autor: Os dejo el capi de la semana, siento haberme retrasado un poco pero he tenido unos días muy liados. Muchas gracias por leer y animarme a seguir ^^

Capítulo 03

Se había levantado antes de que sonara el despertador, así que cuando estuvo listo para salir de casa todavía tenía más de media hora. No era porque estuviera nervioso, se repitió Nino por cuarta vez. Estaba acostumbrado a trabajar con Jun así que empezar a rodar un dorama como coprotagonistas tampoco tenía nada de especial. Sobre todo ahora que se había auto impuesto poner distancia con él. Habían pasado cuatro días desde que Jun se había quedado a dormir a su casa y no habían vuelto a comentar el tema. Estaba seguro de J todavía le estaba dando vueltas, pero era lo suficiente discreto como para no preguntar.

El sonido del teléfono móvil le sacó de sus cavilaciones. No se le ocurría quien podía ser a esas horas de la mañana. A lo mejor Oh-chan para pedirle que le pasara a recoger y ahorrarse tocar el coche. A sus más de treinta años seguía sin sentirse tranquilo al volante. Se sorprendió a ver el nombre de Sho en la pantalla.

-¿Tú no tenías que estar en un avión?- preguntó nada mas descolgar.

-Sí, pero vamos con retraso. Ahora han dado el primer aviso para embarcar- aclaró Sakurai.

-Hm… te han hecho madrugar para nada- chinchó Nino.

Eran cosas de los vuelos internacionales, que se le iba a hacer. Sho estaría fuera prácticamente toda la semana cubriendo una noticia en el extranjero y no regresaría hasta el sábado. Habían adelantado la grabación de los programas conjuntos pero aún y así no parecía ser capaz de marcharse tranquilo.

-Oye Nino… pórtate bien mientras no estoy- le pidió-. No me obligues a venir hasta aquí y darte un buen golpe en la cabeza- advirtió. No necesitaba decirle que se refería a su actitud con Jun, estaba seguro de que lo había entendido a la perfección.

-Eh, estos días me he comportado- se defendió con fingida ofensa.

-Sí, demasiado. Y eso es lo que me preocupa- confesó Sho. No podía salir nada bueno de aquella repentina calma.

Nino iba a contestar pero el tono de llamada entrante le hizo cambiar de idea.

-Te dejo que me está llamando Oh-chan. Seré bueno así que no te preocupes. Pásalo bien. ¡Y no te olvides de traerme algún recuerdo!- se despidió. Acto seguido cambió a la nueva llamada-. Sí, te paso a buscar- dijo incluso antes de que su líder tuviera tiempo de saludar-. Yo ya estoy listo así que salgo para allí. Nos vemos en diez minutos- informó.

Recogió a Satoshi y se dirigieron juntos al lugar de grabación. Ohno salía como invitado especial en el primer capítulo, un cameo como el personaje del dorama que empezaría a rodar en unas semanas. Ya se había vuelto costumbre que hicieran ese tipo de publicidad. Los dos estaban casi arreglados cuando llegó Jun. Estaba bastante animado para ser tan temprano por la mañana, se le notaba que le gustaba trabajar con otros miembros del grupo. Pronto todo el elenco estuvo reunido así que el director empezó a repartir instrucciones al equipo. Luego se acercó a los actores y les saludó con una reverencia.

-Ohno-san, siento mucho tener que pedirle el favor pero… ¿podríamos retrasar un poco la grabación de su escena?- inquirió el director.

Les explicó que le gustaría grabar primero la escena en que el personaje de Ninomiya paseaba bajo la lluvia porque el reporte del tiempo predecía que la brisa de media mañana se llevaría las nubes y dejaría un cielo completamente despejado. Querían aprovechar ahora que el cielo todavía estaba cubierto y daba un aspecto de día lluvioso y gris. Ohno aseguró que no había problema porque tenía libre toda la mañana y se quedó junto a Jun mientras grababan.

Se pusieron en marcha los aspersores y Nino tomó su lugar. Era una escena sencilla. Avanzaba por la calle con su paraguas y se encontraba con una niña pequeña que esperaba llorosa en la parada del autobús. Cuando ella le explicaba que no podía volver a casa porque no tenía paraguas Nino le entregaba el suyo y se alejaba corriendo de allí.
Más adelante la niña y su hermano mayor le llevarían el paraguas a su trabajo y ese sería el principio de su relación con el personaje de Jun.

-¡Perfecto!- anunció el director después de rodar por segunda vez la toma.

Habían tenido que repetir el final de la escena porque la pequeña se había puesto nerviosa y se le había olvidado parte del papel, así que Nino había acabado más mojado de lo que tenían previsto.

-Creo que todas las veces que he rodado una escena de lluvia me ha tocado repetirla- comentó Nino cuando llegó junto a sus compañeros.

Hizo una mueca cuando un escalofrío le subió por la espada, pero la temperatura era bastante agradable y en seguida se le pasó la sensación de frío. De todas maneras Jun no debió quedarse tranquilo porque cogió una de las toallas que el personal había dejado preparada y la plantó en su cabeza.

-Te vas a resfriar- anunció mientras frotaba suavemente para secarle el pelo. Luego le enjugó la cara y finalmente la dejó tras sus hombros para que absorbiera las gotas que todavía quedaban.

Nino sonrió levemente y le dejó hacer. Un simple gesto de J y se desmoronaban todas sus buenas intenciones. No tenía fuerza de voluntad, pensó con una mueca amarga. Pero Jun debió malinterpretar su gesto porque se paró en seco y cambió su expresión preocupada por una de culpabilidad.

-Lo siento- murmuró, apartando las manos de Nino y desviando la mirada con incomodidad.

Ohno enarcó una ceja, sin comprender la disculpa de Jun. Parecía que el menor iba a añadir algo más pero en ese momento una de las asistentes llegó corriendo hasta ellos.

-Ninomiya-san, todavía no se ha cambiado de ropa- dijo la chica alarmada-. En el camerino tiene una muda, por favor cámbiese y séquese el pelo- apremió con educación.

Nino se alejó siguiendo a la chica y Jun pudo notar perfectamente la mirada inquisitiva que le dirigía su líder. Agradeció infinitamente que el director le llamara en ese momento porque no tenía ni idea de que le iba a contestar.

Había estado dando muchas vueltas a la incomprensible petición de Nino. ¿Tan pesado se hacía que le llegaba a agobiar? Y se había dado cuenta que la respuesta era un rotundo sí. Siempre estaba pendiente de él, siempre atento a sus miradas, sus gestos, su sonrisa. Tenerle a su alrededor se había vuelto tan natural, tan necesario, que no se había dado ni cuenta de cuando había empezado a acercarse de manera inconsciente, a querer acaparar su atención involuntariamente, a no poder sacarle de su cabeza. Sólo había necesitado cuatro días sin él a su alrededor para darse cuenta de la amarga realidad. Resultaba patético que Nino se hubiera dado cuenta de sus sentimientos antes que él, se dijo con cinismo.

-¿Entonces qué le parece, Matsumoto-san?

Se reprendió mentalmente cuando la pregunta del director le pilló totalmente desubicado. No había escuchado una sola palabra de lo que le había estado diciendo. Así que pidió que se lo repitiese y decidió concentrarse en el trabajo. A fin de cuentas, el amor y él nunca se habían llevado demasiado bien.

**

Nino dio un bote cuando la puerta del camerino se abrió sin avisar. Su primer instinto fue volver a subirse los pantalones, pero en cuanto vio que era Ohno siguió cambiándose de ropa.

-¿Qué ha sido eso?- inquirió el líder.

Nino chasqueó la lengua con fastidio y se secó con lentitud, intentando que Oh-chan dejara el tema. Pero no parecía dispuesto a hacerlo porque le observaba con los brazos en jarras y la mirada inusitadamente dura.

-Le he pedido a Jun que se aleje de mí- confesó al fin.

Ohno abrió la boca, estupefacto, y se quedó con una mueca a medio camino entre la incredulidad y la incomprensión.

-¿Por qué diablos has hecho algo tan estúpido?- inquirió.

Nino se encogió de hombros con fingida indiferencia. Suficientemente duro le resultaba como para tener que justificarse con alguien más.

-Jun lo está pasando mal- insistió Ohno al ver que no decía nada.

Sabía que Matsujun no se quejaría y se guardaría su malestar para sí mismo, pero sin importar lo buen actor que pudiera ser su mirada siempre le delataba cuando estaba dolido o enfadado. Y la mirada que le había dirigido a Nino mientras se disculpaba con él había sido de puro dolor.

-¿Qué otra cosa puedo hacer?- preguntó Nino con impotencia. Había llegado a un punto en que la situación sólo les estaba dañando a los dos. Puede que lo pasara mal unos cuantos días, pero a la larga era lo mejor para J.

-Podrías probar a confesarte- replicó Ohno-. A lo mejor así Jun consigue entender lo que pasa por tu cabeza y todo- ironizó, visiblemente molesto.

Nino le miró como si acabara de decir la cosa más absurda del mundo. ¿Por qué a todo el mundo le parecía tan fácil?

-Por si no te has dado cuenta, soy un hombre- puntualizó innecesariamente.

-Yo también y eso no te ha impedido nunca meterme mano- objetó, cruzando los brazos sobre el pecho.

Nino le miró largamente antes de responder. Se colocó la camisa seca y empezó a abrochar los botones con aspecto abstraído.

-Pero no es lo mismo- dijo finalmente, forzando una sonrisa que estaba cargada de tristeza.

Ohno le dedicó sus mejores morros. Entendía lo que quería decir, una cosa era espectáculo, parte de su trabajo, y la otra era personal, exponer lo que de verdad sentía. Pero precisamente gracias al trabajo debería saber que Matsujun era lo bastante abierto como para no dar importancia a esa clase de cosas.

-Jun lo entendería- se obstinó.

Nino echó la cabeza hacia atrás e hizo una mueca ante el enfado de Satoshi. Puede que tuviera razón, pero él no era lo suficiente valiente para enfrentase al rechazo. Prefería huir antes que acabar con el corazón destrozado.

-¿Tendrías tú el valor si estuvieras en mi lugar?- preguntó, enfrentándole sin un parpadeo.

Ohno bajó la mirada al suelo y apretó los labios, abatido. No había forma de que Nino lo supiera, pero acababa de darle donde más le dolía. Su respuesta fue mucho más amarga de lo que hubiera querido, pero aquella era una espina que llevaba muchos años clavada en su interior, atormentándole en secreto.

-No- confesó con pesar. Levantó la cabeza y sostuvo la mirada de Nino con seriedad-, pero no me rendiría- añadió absolutamente convencido.

Nino pareció no saber cómo replicar a la fuerza de aquellas palabras. Se le veía emocionalmente agotado, sin saber cómo lidiar con todos aquellos sentimientos que no parecía querer tener. Ohno supo que no sacaría mucho más de la conversación así que decidió dejarle solo.

- Nunca me he rendido…- añadió para sí mismo mientras cerraba la puerta de la habitación.

4 comentarios:

  1. ahhhhh q lindo!!!!! amo el matsumiya !!!! buaaaaaaaa Nino, xq? gambare!!!!!! ah l amor es tan lindo!!!! ustedes puden chicos, sean mas sinceros!!!! arriesguensen !!!! riida gambate !!!
    esperare la continuacion!!!

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    1. Caritto gracias por leer ^^ Pues no sé porque Nino no se decide, snif, con lo fácil que sería ahora que los dos quieren lo mismo!
      Eso, Riida, ganbatte!! A ver si al menos él lo lleva mejor que este par de bakas.

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  2. aaaaww~~ me duele tanto ver como se distancian u.u
    como dicen si fueran sinceros pero tambien entiendo que
    no es fácil solo necitan un poco mas de valor!!
    y si espero que a ohno le vaya mejor >.<

    matsumiya♥

    gracias por el cap yunnie

    voy al sig.. *-*

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  3. Bueno, seguro que antes o después alguno se anima a dar el paso... porque no se van a quedar estancados así para siempre, uno u otro explotará y entonces todo podrá empezar a arreglarse... espero.

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