Notas de autor: Y
llegamos al final del fic. Por esta vez dejo las notas para el final, no sin
antes recordar que este fanfic contiene lemon.
Capítulo 12
-¿Qué?- inquirió Sho, mirando a Ohno
totalmente perdido.
-Que si te avergüenzas de mí- volvió a
preguntar, sin un parpadeo.
-Por supuesto que no, Satoshi… No entiendo
nada de lo que estás diciendo- se exasperó al ver la seriedad con la que le
miraba el mayor.
Ohno suspiró y entró en la habitación,
sentándose en el sofá que había en un lateral. Sho se apresuró a seguirle,
cerrando la puerta tras él y ocupando el espacio que quedaba junto a Satoshi.
Al ver que éste no parecía dispuesto a levantar la vista del suelo le tomó de
la mano y la apretó entre la suya, consiguiendo que girase la cabeza hacia él de
manera inconsciente.
-¿Qué te ha llevado a pensar esa tontería?-
inquirió Sakurai.
Ohno pareció pensárselo muy bien antes de
contestar. Cuando al fin habló, lo hizo en un susurro, con la mirada apagada y
un aire de derrota que caló hasta los huesos de Sho. Definitivamente no iba a
permitir que Satoshi volviera a sentirse así, sin importar qué o a quién
tuviera que enfrentar.
-Porque… no te ha importado besar a Jun en medio del pasillo del hotel,
pero siempre que yo intento acercarme a ti en público alegas que cualquiera nos
podría ver y no me lo permites- explicó, intentando sonreír para restar
importancia a cuanto le lastimaba aquello.
-Satoshi por favor… estaba intentando ayudar a esos dos idiotas- no
necesitó aclarar que se refería a Nino y a Jun-. Si hubiera esperado a estar en
la habitación, Nino no nos hubiera visto y no habría servido para nada.
Satoshi asintió con la cabeza, bajando de nuevo la mirada.
-Lo sé pero… Te has pasado media vida ofreciendo fanservice con Aiba y
nunca te ha preocupado donde o cuando os puedan ver- dijo, desviando de nuevo
la mirada. Quizás se estaba comportando como un crío pero se sentía tan
inseguro de su relación que no lo podía evitar. Sho había aceptado sus
sentimientos pero de una manera tan vaga que ni siquiera sabía porque lo había
hecho. ¿Realmente quería estar con él o sólo tenía miedo de herirle si le
rechazaba? ¿Se sentía incómodo al pensar en tener una relación íntima con él y
por eso siempre mantenía aquella prudente distancia?-. Así que… sólo puedo
pensar que es porque soy yo- finalizó.
Sho contuvo un suspiro, empezando a ver por dónde iba el hilo de sus
pensamientos.
-Tienes razón, es porque eres tú…- confirmó con seriedad. Casi pudo notar
como el corazón de Satoshi se encogía ante su respuesta- Es porque estoy tan
estúpidamente enamorado de ti que pienso que cualquiera que nos vea enseguida se
va a dar cuenta- confesó. No sabría decir cómo había pasado o desde cuando albergaba
esos sentimientos, pero todo lo que había sucedido últimamente entre los dos le
había hecho darse cuenta de que hacía mucho que era así-. Y tenía miedo de
admitirlo abiertamente por todo lo que algo como eso puede cambiar. Pero ya no
dudaré más, así que…- colocó una mano en el mentón del mayor, obligándole a
alzar la cabeza para mirarle directamente a los ojos- tú tampoco dudes de mí-
le rogó.
Ohno asintió con la cabeza, intentando apartarse un poco de él para que
no se diera cuenta de cómo esas palabras habían conseguido acelerar los latidos
de su corazón. Pero Sho no estaba dispuesto a dejarle ir tan fácilmente así que
se movió ágilmente para sentarse a horcajadas sobre él, apoderándose de la boca
de Satoshi, besándole tan lentamente que el mayor pensó que podría derretirse
en ese mismo instante. Suspiró cuando la lengua de Sho se abrió paso en su
boca, explorando sin prisas cada rincón mientras sus manos le sujetaban
suavemente de las mejillas, impidiéndole huir, tomándose su tiempo para
degustarle. Cuando finalmente Sakurai accedió a romper el beso apoyó su frente
en la de Ohno, dejando que su aliento acelerado chocara en una cálida caricia
contra los labios del mayor.
-Y este es otro de los motivos por los que no quería acercarme demasiado
a ti- murmuró Sho un tanto avergonzado.
-¿Eh?- inquirió Ohno, completamente perdido.
Sho rió levemente y apretó su pelvis contra Satoshi, dejando que éste
sintiera la dureza que empezaba a hacer presión en su pantalón.
-Oh- musitó Satoshi al caer en la cuenta, haciendo el intento de llevar
una mano hasta la erección del menor, deteniéndose a medio camino un tanto
dubitativo y colando finalmente la mano en el interior del pantalón.
-Satoshi…- jadeó entrecortado al notar la caricia por encima de su ropa
interior.
Era raro ver a Riida tomar la iniciativa y sin embargo allí estaba,
deslizando sutilmente los dedos por toda su erección mientras su lengua reseguía
la curvatura del cuello de su amante, subiendo por el mentón en busca de su
boca. Sho cerró los ojos, dejándose llevar por las mil sensaciones que
recorrían su cuerpo conforme el mayor iba sintiéndose más seguro y sus caricias
se volvían más intensas. Tuvo que reprimir un gemido cuando Ohno se atrevió a
colar las manos bajo su ropa interior y pudo sentir finalmente el contacto de
su piel. Se le hizo imposible estarse quieto por más tiempo así que Sho deslizó
las manos hasta la cintura de su compañero, buscando el borde de la camiseta y
subiendo la prenda en una caricia por todo su cuerpo. Ohno se vio obligado a
romper el beso cuando el menor tiró de su camiseta, decidido a sacársela.
-Vamos a la cama Satoshi- murmuró roncamente cuando sus ojos se cruzaron.
Éste asintió y le siguió en silencio, parándose al llegar junto a la cama
sin estar muy seguro de que hacer. Sho rió al verle titubear y se sentó sobre
el colchón, dando un par de palmaditas a su lado. Satoshi no se hizo esperar y
tan pronto como le tuvo a su altura Sakurai se lanzó a besarle sin tregua.
Antes de que Ohno se diera cuenta estaba tumbado sobre la cama, con Sho
deshaciéndose una a una de sus prendas hasta que ambos estuvieron completamente
desnudos.
-Hermoso…- susurró Ohno sin ser apenas consciente, mientras delineaba con
las puntas de sus dedos el cuerpo del menor. Podría dibujar en un lienzo cada
una de sus líneas y aunque pusiera todo su empeño no se acercaría jamás a
semejante perfección.
Sho le arrancó de sus pensamientos artísticos al descender hasta su
cintura y mordisquear la parte baja de su vientre, sonriéndole pícaramente al
conseguir de nuevo su atención. Sin apartar la mirada de él empezó a acariciar
la excitación del mayor, mientras sus labios aprisionaban uno de los
endurecidos pezones y lo succionaban con suavidad. Ohno le regaló un coro de
gemidos que le erizó la piel y le hizo darse cuenta de cuánto deseaba a ese
hombre. Le miró con tanta intensidad que Satoshi se sintió enrojecer.
-¿Cómo…?- Sho se interrumpió, sin estar seguro de cómo lanzar la
pregunta- ¿Dónde quieres estar?- inquirió.
-Me… me da lo mismo- respondió, desviando la mirada al ser plenamente
consciente de lo que estaba a punto de pasar.
-Entonces deja que sea yo quien cuide de ti- ronroneó con su voz más
seductora, antes de lanzarse a devorar sus labios.
Sus lenguas se buscaban una a la otra en medio de un beso que parecía no tener
fin, mientras sus cuerpos parecían moverse solos necesitando el contacto de la
otra piel. Fue en medio de aquella locura cuando Sho resiguió la curva del
trasero de Satoshi y dejó que uno de sus dedos se deslizara a su interior. Un
quejido escapó de los labios de Ohno, pero tan pronto como pasó la impresión
del primer momento, se encontró moviendo sus caderas en busca de más. Sho
colocó la mano libre sobre la pelvis del mayor, ralentizando sus movimientos,
tomándose tiempo para que se acostumbrara a la intrusión. La expresión de
placer en el rostro de Satoshi y los gemidos que a duras penas lograba reprimir
fueron más de lo que podía soportar. Posicionó su erección contra él, y este no
dudó en pasar las manos tras su espalda, aferrándose con fuerza a él, indicándole
que estaba preparado. Sho se hundió lentamente en él, haciendo que Satoshi
enterrase la cabeza en su hombro y apretara los labios conteniendo la
respiración. Aguardó inmóvil, esperando alguna clase de señal.
-¿Es que... no vas a moverte?- preguntó Ohno en un susurro, con la voz tan
cargada de excitación que Sho sintió un escalofrío subirle por la espalda.
Asintió tontamente mientras empezaba un vaivén deliciosamente lento, que
fue ganando velocidad conforme Satoshi empezó a acompasar sus movimientos a los
de él. Antes de que se dieran cuenta danzaban al mismo compás, y Sho podía
sentir como se le erizaba la piel con cada uno de los suaves gemidos que
escapaban de los labios de su amante. El ritmo de sus caderas y sus besos se había
vuelto frenético, y Sho estaba dispuesto a jurar que la temperatura de la
habitación había subido varios grados porque el ambiente era tremendamente
caldeado y sofocante. Notó como las manos de Satoshi se movían inquietas sobre
las sábanas, buscando algo a lo que aferrarse al sentir las primeras contracciones
del orgasmo. Enredó sus dedos con los de él, enterrándose por completo en su
interior al notar como las piernas del mayor se enroscaban en su cintura,
apretándole todavía más contra él, provocándole una explosión de calor y placer
cuando el orgasmo se apoderó de todos sus sentidos.
Se dejó caer agotado sobre el cuerpo de Satoshi, sintiendo como la
respiración de éste chocaba entrecortada contra su cuello y las manos del mayor
se enterraban en su cabello, acariciándolo lentamente. Sonrió y levantó la
cabeza para mirarle a los ojos. Satoshi le devolvió la sonrisa algo soñoliento,
por lo que Sho se colocó a su lado y rodeó la cintura con sus brazos,
dejando que se acomodara contra él para dormir. También el cansancio del día y
la intensidad de la noche empezaban a hacer mella en él, haciendo que los ojos
empezaran a cerrársele. Casi había cogido el sueño cuando la voz de Satoshi
rompió el silencio de la habitación.
-Sólo por si queda alguna duda… yo también estoy enamorado de ti- murmuró
en un bostezo soñoliento.
Sho rió levemente, asintiendo con la cabeza, echando las sábanas por
encima de sus cuerpos.
-Lo sé- le tranquilizó, antes de dormirse con una sonrisa dibujada en los
labios.
---
Nino permanecía con los ojos cerrados, buscando las palabras que
expresaran todo lo que sentía. Pero parecía incapaz de encontrarlas y los
segundos iban pasando con una lentitud que resultaba exasperante. Sintió como
el colchón se hundía a su derecha y dedujo que Jun se había sentado junto a él.
-¿Debería hablar yo?- inquirió el menor.
Nino negó con la cabeza. No sabía qué era lo que Jun quería decirle pero
ese embrollo lo había causado él, así que tendría que solucionarlo por sí
mismo. Con un suspiro se incorporó sobre la cama, aunque todavía no se atrevía
a mirarle directamente y enfrentarle.
-Tenías razón, no está bien…- exhaló un suspiro, encontrando finalmente el
valor para mirarle- No está para nada bien. No me conformo sólo con sexo. No
puedo hacerlo cuando… - le tembló la voz así que tomó aire en profundidad antes
de seguir- cuando llevo tanto tiempo loco por ti. Te quiero J, te quiero desde
hace tanto tiempo que ya ni recuerdo cuando…- confesó sonriendo con tristeza,
casi como si tuviera que disculparse por ello.
Jun le contempló con seriedad unos segundos para luego sorprenderle
dejando escapar una suave risita.
-Realmente lo has hecho… no creí que fueras capaz de decirlo- dijo el
menor, obviamente complacido- Pensé que me tocaría a mí hacer todo el trabajo.
-Espera…- Nino esbozó una mueca de desconfianza- ¿Qué quieres decir?-
inquirió.
-Riida vino a verme hace un rato, justo antes de que bajara al bar…
Estaba tan preocupado por ti que me ha obligado a contarle qué había pasado
entre nosotros. Me he llevado una buena bronca por tu culpa, ¿sabes? Me ha
regañado de lo más serio y me ha hecho prometer que me disculparía contigo.
Nino soltó un quejido, cubriéndose el rostro con las manos en un acto
reflejo. ¿Tan patético se veía que hasta Riida se había decidido a intervenir?
-Lo siento- se disculpó en un murmullo apenas audible.
Jun le quitó las manos de la cara, sujetándole de los antebrazos para
obligarle a mirarlo.
-Yo también lo siento- aseguró Jun con sinceridad, aunque casi al acto
frunció el ceño, levemente irritado-. Aunque nada de esto hubiera pasado si
hubieras sido más claro desde el principio… No entendía para nada lo que pasaba
por tu cabeza- protestó enfurruñado.
Nino estalló en carcajadas ante la reprimenda. Esa disculpa había sido de
lo más Jun, aceptando su parte de culpa pero sin ser capaz de dar totalmente su
brazo a torcer.
-Lo siento- volvió a decir, aceptando dócilmente su error-. ¿Entonces…?-
apretó los labio, alzando la vista para mirar dubitativo a Jun.
-No creas que voy a perdonarte tan fácilmente- advirtió este con
gravedad.
Nino asintió con la cabeza pero antes de que pudiera decir algo se
encontró tumbado bruscamente sobre la cama, aprisionado bajo el cuerpo de Jun. Le
vio descender lentamente hasta que sus labios casi rozaron su oído.
-¿Tienes idea de lo que me has hecho sufrir?- inquirió en poco más que un
susurro. Pudo notar como Nino negaba en silencio- Pensaba que era el único
enamorado de los dos- le reprochó, levantándose lo justo para poder mirarle.
Puso un dedo sobre los labios del mayor cuando estos se separaron intentando
murmurar una disculpa-. Esta noche vas a suplicar- le aseguró, consiguiendo que
Nino tragara saliva ante sus palabras.
Le besó con algo rudeza, apoderándose demandante de su boca, mordiéndole
el labio inferior que se separó al instante con una leve protesta. La lengua de
Jun se abrió paso si un ápice de duda, inundándole con su sabor, invadiendo
cada rincón con tanto deseo que Nino sintió como se le electrizaba la piel,
dejando escapar un lgemido que murió ahogado en la boca del menor. Se
besaron sin tregua hasta que la intensidad del momento les obligó a separarse
para tomar aire, entremezclando sus respiraciones agitadas.
Jun sonrió de medio lado y empezó a recorrerle el cuerpo con las manos
mientras le besaba de nuevo, con la misma pasión mal contenida que amenazaba
con desbordarse y arrastrarles a los dos. Sus dedos se deslizaron por la parte
interior del muslo de Nino y juguetearon traviesos en el borde del pantalón,
acariciando la parte baja del vientre sin llegar a descender más. De pronto
parecieron cambiar de idea y ascendieron por dentro de la camiseta, arrastrando
la prenda hasta que ésta quedó olvidada en un rincón. Con cada una de sus
caricias Nino se volvía más consciente de como su erección se apretaba contra la
tela que la aprisionaba. Impaciente, llevó las manos a los pantalones del menor,
luchando por desabrocharlos pero Jun enseguida le apartó de allí para depositar
sus manos inquietas sobre el colchón. Le dedicó toda la intensidad de su
mirada, como si se tratara de un cazador que ha acorralado a su presa y no está
dispuesto a dejarla escapar.
-¿Podemos… podemos apagar la luz?- balbuceó Nino un poco cohibido.
Jun enarcó una ceja, mirándole con curiosidad, esbozando una sonrisa
burlona que le hizo ver completamente irresistible.
-¿Ahora te da vergüenza?- inquirió mordaz, mientras deslizaba un dedo por
el torso del mayor de manera juguetona, aprisionando suavemente uno de sus
pezones que se endureció al instante.
-Es que…- Nino se mordió el labio inferior- me miras como si fueras a
comerme- protestó, repentinamente avergonzado.
-Puedes apostar por ello- afirmó Jun en un ronroneo seductor, mientras
depositaba los labios en el cuello de su amante.
Nino suspiró al notar la humedad de la boca de Jun, al sentir los dientes
clavarse en la curvatura de cuello. Sintió un agradable pinchazo en la
entrepierna cuando los labios empezaron a desplazarse por su pecho y dejó
escapar un suave gemidito cuando se entretuvo a jugar con uno de sus pezones. Jadeó
impaciente cuando la lengua se hundió en su ombligo y se quedó sin aire cuando Jun
mordisqueó su palpitante erección por encima de la tela, sin perder con él
aquel electrizante contacto visual.
Alzó las caderas y sus ropas
fueron retiradas con presteza. Al instante sintió el aliento de Jun, cálido,
rítmico y acelerado, chocando contra su excitado miembro de manera deliciosa. Jun
se humedeció los labios de manera sensual, para luego pasar esa misma lengua
provocadora por toda su erección, de una manera tortuosamente lenta. Las manos
de Nino casi se movieron solas para enredarse con cuidado en el cabello de su
amante, presionando levemente hacia abajo.
Jun sonrió, complacido con su
impaciencia, y dejó de jugar para introducir en la boca la erección, arrancándole
a Nino un suspiro extasiado. Éste contuvo la respiración cuando empezó a
deslizarse por su longitud, succionando con fuerza hasta la punta para luego
volver a engullirle con deliciosa lentitud. Se incorporó sobre los codos, hipnotizado
por la excitante visión que ofrecía el menor perdido entre sus piernas. Sintió
un calambre de placer cuando Jun alzó los ojos y sus miradas se cruzaron
durante un instante que parecía no tener fin. Se arqueó hacia atrás, rompiendo
el contacto visual, cuando Jun empezó a desplazarse nuevamente por su erección,
cada vez más rápido, cada vez más entregado. Pensó que no era posible sentir
más placer, pero entonces uno de los dedos de Jun se abrió paso en su interior.
Sus labios se separaron solos para dejar escapar un gemido tan lento y
prolongado que Nino se llevó las manos a la boca, intentándolo acallar. Le miró
con los ojos totalmente nublados de placer cuando el segundo dedo se unió al
anterior, entrando y saliendo de él al compás de sus succiones. Se moría por
sentir a Jun dentro suyo, y a juzgar por la expresión socarrona instalada en
sus pupilas, el menor era plenamente consciente de ello.
-J…- ronroneó suplicante, para
acto seguido dejar escapar una serie de incoherentes balbuceos provocados por la
lengua de su amante. Se tomó unos segundos para intentar controlar su respiración
desbocada- Jun- insistió, esta vez como si de una orden se tratara.
Jun sonrió de medio lado y se
separó de él el instante necesario para deshacerse de su ropa. Nino no dudó en
incorporarse y ayudarle a quitarse las molestas prendas, que quedaron relegadas
al olvido. Empujó suavemente el pecho de Jun hasta recostarlo sobre la cama,
gateando sobre él, notando como su miembro húmedo y duro presionaba contra
su entrada. Contuvo la respiración cuando Jun se introdujo lentamente en su
interior, provocándole un barullo tan intenso de dolor y placer entremezclados
que por un instante se sintió mareado.
-Estoy bien- se adelantó Nino a la previsible pregunta, pasando las manos
tras el cuello de su amante y empezando a moverse.
Jun contuvo su impaciencia, dejando que fuera Nino quien marcase el ritmo
de las embestidas, lentas, profundas y acompañadas de un delicioso gemido cada
vez que notaba la dureza de J enterrada en él. Sin previo aviso Jun le sujetó firmemente de las caderas, embistiéndole con fuerza, hundiéndose por completo
en su interior. Nino se arqueó levemente hacia atrás, apoyándose sobre las
piernas del menor, moviéndose arriba y abajo sin pudor. Se estaban
ahogando en las ganas que tenían del otro, y en medio de toda aquella locura Jun
le tomó de las mejillas y le dio un beso dulce y lento, cada vez más profundo,
más húmedo, más caliente, más acelerado. El reflejo perfecto del ritmo que
llevaban sus cuerpos sudorosos, del ambiente que impregnaba la estancia.
Se acercaban al final
irremediablemente, Nino lo notaba en cada poro de su piel, más reactiva que
nunca. Echó la cabeza hacia atrás cuando llegó al orgasmo, la vista nublada y la
boca entreabierta. Pero no le salió ningún sonido. No veía, no gemía, no
pensaba. Por un segundo le pareció que incluso había dejado de respirar. Sólo
sentía oleadas y oleadas de placer extendiéndose por cada célula de su cuerpo
hasta llevarle al límite. Cuando empezó
a recuperar poco a poco el resto de sentidos se dio cuenta de que Jun le
abrazaba contra su cuerpo, con la cabeza enterrada en su hombro, luchando por
normalizar la respiración tras la explosión de placer.
Nino le contempló en silencio, incapaz de borrar la sonrisa que se había
instalado en sus labios, jugueteando con sus dedos en la espalda de Jun, que
todavía permanecía húmeda por el sudor. Éste finalmente salió de su interior
con un movimiento lento y delicado, recostándole sobre la cama antes de besarle
castamente en los labios. Nino rió por lo bajo mientras le sentía acomodarse
junto a él.
-¿Qué tiene tanta gracia?- inquirió Jun, sonriendo contagiado por su buen
humor.
Nino negó con la cabeza, indicando que no tenía importancia.
-Nada, sólo es que… pensaba que
nunca entenderías lo que siento por ti y que por eso mi amor estaba condenado al fracaso- explicó, mirándole de reojo-. Nunca me había alegrado tanto de estar equivocado- afirmó.
Jun rió suavemente ante sus palabras, mientras negaba con la cabeza.
Suspiró y le estrechó contra él, besándole la cabeza.
-No quiero volver a sufrir tontamente… Ni verte de nuevo pasándolo tan
mal- añadió a media voz. Ahora que comprendía lo que sentía Nino y lo que le
había llevado a comportarse de aquella manera se daba cuenta de que
posiblemente lo había pasado mucho peor que él-. Te quiero, ¿me oyes? Así que
no lo olvides- dijo con seriedad.
-No lo olvidaré nunca- prometió, besándole con aquella sonrisa radiante
todavía instalada en sus facciones- Buenas noches J- susurró, apagando la luz.
-Buenas noches.
Cuando los brazos del Jun le
rodearon en un abrazo protector, Nino tuvo la certeza de que aquella sólo era
la primera de una interminable lista de maravillosas noches juntos.
Fin
***
Notas de Yunnie: Y así hemos llegado hasta el final. Muchas
gracias a todas las que me habéis acompañado a lo largo de este fic.
Siempre me cuesta una barbaridad escribir los finales de fics largos,
siempre me queda la sensación de que me voy a dejar algo en el tintero… así que
a todos los que lleguen hasta aquí, les agradecería infinitamente un pequeño
comentario.
Sobre este último
capítulo en concreto, he de decir que de alguna manera que todavía no entiendo…
me ha quedado un capítulo triple X, y eso no era mi intención, jajaja. La
verdad es que no estaba muy segura de escribir lemon con la yama pair, pero al
final he pensado que ellos también se merecían llevar su relación hasta el
final. Lo he hecho lo mejor que he podido ^^ Y me deja muy contenta que
Matsumiya al fin haya puesto en claro lo que sienten, después de tanto que les
ha costado. En líneas generales creo que no me he dejado nada por explicar.
Todavía estoy valorando la posibilidad de escribir un pequeño epílogo, algo
cortito y nada importante, en el que veamos cómo les van las cosas unas semanas
o meses después, pero no tengo del todo decido. Así que si veis que me he
dejado algo importante por aclarar o contar podéis decírmelo sin problemas.
Una vez más, muchas
gracias por leer y espero que hayáis disfrutado con este fic al menos un
poquito de lo que he disfrutado yo escribiendo. Nos vemos pronto ^^
Primerísima en comentar! :3
ResponderEliminarEstuve esperando este cap con ansias... Y debo de admitir que estuvo espectacular!!
Antes que todo, quiero decirte que te pienses bien en la idea del epílogo, no estaría para nada mal saber como están después de unos meses y si después de todo, las cosas resultaron como ellos deseaban ^^
Hablando del Yama pair... Se me hizo un pelín incómodo leer el lemon, pero estuvo sweet y por eso me gustó. Me mató la ternura de Oh-chan, en serio, al verle inseguro de lo que Sho sentía. Y ni hablar de Sho, fue tan delicado con Ohno, que eso me enterneció mucho :3
Ahora el Machumiya... (me está quedando muy largo esto XD) AL FIN! Al fin dejaron de ser tan cabezotas y dijeron lo que sentían. La manera en que Nino se declaró me encantó y como se comportó Jun. Quedé totalmente sin palabras... Y quien no después de semejante lemon? xD
Fue un honor haber leído esta fic, seguiré acá leyendo mas cositas tuyas ^^
Btw; qué sucedió con Aiba? xDD
Muchas gracias cielo ^^
EliminarPues nada, le daré a la cabecita a ver si se me ocurre algo para el epílogo, aunque no prometo nada, jajaja. De todas maneras tenía la idea en mente así que intentaré llevarla a cabo.
Yo estuve dudando hasta el final sobre si ponerles lemon y no, que siempre me los imagino en plan tan amorosil y ñoño y sweet everywhere que me cuesta, pero bueno, habrá que dejar que disfruten de su vida de pareja también XDD
Oish, el Machumiya... romanticos a su propia manera, supongo XDD un poquito de amor y un poquito de chincharse. Al fin se dejaron llevar, que ya les tocaba después de tanto tiempo ^^
El honor es mío porque me hayas acompañado hasta el final ^^ Muchas gracias.
P.d: Seguro que Aiba acabó yéndose a entretener a las fans cuando vio que ninguno de ellos volvía, jajajaja.
No tienes que que agradecerme, para nada en lo absoluto! La historia estuvo genial:B Espero que si se te ocurra algo para el epílogo y si tiene algo de lemon, mejor XD! (si, Iza es una hentai xd)
EliminarBtw; Lo de Aiba-chan me lo supuse, como el siempre se las dio de casanova a lo largo de la historia x3
Espero que no te tardes mucho para subir más cositas tuyas (que espero que sean Machumiya por supuesto)
Besotes ^^
BRAVO!!!! Un final Bello ♥////////♥
ResponderEliminarme encanto que el yama pair por fin consumieran su amor
ya que ellos de principio al fin fue eso puro amor kyaaah~♥
ahora en adelante ohno podra expresar su amor hasta en los pasillos XD jeje
MATSUMIYA!! OMG sdfjhafkjshdfjkasfh *hemorragia nasal* X______x
por fin Jun logro entender los sentimientos de Nino que como dice
solo fue sufrimiento a no expresarlo >.< pero por fin mi kazu se amarro los pantalones y le dijo bien claro que esta enamorado de él hace muhooo tiempo
perp el miedo de no ser correspondido fue que actua de esa manera >.<
mi ♥ exploto cuando el lemon empezo jajaja pero estas palabras:
"Me miras como si fueras a comerme- protestó, repentinamente avergonzado.
-Puedes apostar por ello- afirmó Jun"
OMFG!!! sjfhsdkjfhskjadfhkjsahfkasj kyaaaaah~~~~~ <333333333 X________x fue tan hot pero tan hermoso melleva maldita sea Jun te lo devoraste con un gran gusto que me quede con la boca abierta XDD >/////////////< jajaja
YUNIIE Omedetou por finalizar este fic *0* se que hay sentimientos encontrados ya que es una histora en la cual la disfrute como tu lo hicistes escribiendola ♥ pero tuvo que llegar a su final :) waa yo si quiero epilogo *O* jeje
GRACIAS Yunnie ♥ estare pendiente de tus proximos fics :D
MATSUMIYA LOVE FOREVER <3
Oooh, que bien que te haya gustado el final ^^
EliminarSiii, la yama son amor los mires por donde los mires, por eso me costaba un poco verlos en pleno lemon, pero también han de disfrutar al completo de su amor ^^
Siii, Nino y Jun por fin pusieron las cosas en claro! Así que ya no sufriran tontamente, porque mira que se hubieran ahorrado dolores de cabeza con algo tan simple como hablar desde el principio. Con lo mucho que se quieren y los dos pasandolo mal para nada! Pero seguro que a partir de ahora se compensan mutuamente por todo, jajaja.
A mí también me pasa cuando acaba un fic, que estoy contenta por haber conseguido finalizarlo y acabar de contar la historia, y al mismo tiempo se me hace triste pensar que ya se terminó. Pero hay que acabar las cosas cuando llega el momento, no? ^^ Mil gracias a ti por haberme acompañado durante todo el camino, me has animado mucho y ha sido un placer conocerte un poquito.
Nos leemos ^^
Yunnie va matarme por esto D: (?) Se supone que no debería de estar haciendo promoción aca, pero como noté que tu también amas el Matsumiya, te quiero invitar a que también te pases por mi blog para que también leas mis locuras. A Yunnie-san le gustaron, así que es probable que a ti también Kana ^^
EliminarBueno, eso era todo. Si quieres puedes ignorar a esta loca xD
Yunnie no te va a matar, tranquila, jajaja. De hecho estaba pensando en hacer una recopilación de blogs con fics de Arashi en castellano y ponerla en un gadget en un ladito del blog, para que nos sea más fácil encontrarnos, que a creo que no somos demasiadas y así nos es más facil encontrar cosas que leer ^^
EliminarY nada de Yunnie-san, que eso es muy formal y ya nos conocemos jajaja.
WOow ahora que me doy cuenta como que estuvo muy largo mi comentario XDD jajaja
ResponderEliminarpero si yunnie me gusto mucho el fic espero pronto mas escritos tuyos ya sabes estare echandote porras jeje y si igual es un gusto poder conocerte un poquito pero con el tiempo nos conoceremos mas ;D
Iza tu promocion xD me ha echo feliz ya que puedo enterarme que igual escribis fics *0* waa gracias por la invitacion y sera un gusto pasar a leer tus historias ^0^
Yunnie no tardes mucho en trarnos aunque sea un shot de matsumiya onegai *O*
*no presiona* XDD jeje
Noes leemos ^^
Jajaja, no te preocupes, yo también me alargo mucho cuando contesto (o cuando pongo comentarios). Mil gracias por los ánimos, así dan todavía más ganas de ir escribiendo cositas. Por ahora voy a ponerme con un par de shots que me rondan por la cabeza a ver si van saliendo ^^
EliminarNos leemos ;p
¿Qué puedo decir? >///////<
ResponderEliminarMe he quedado prácticamente sin palabras al finalizar de leer porque realmente es que me ha encantado! Y no he podido parar de leer hasta que no he acabado por completo el fic!
Es genial como escribes, como consigues plasmar totalmente a cada uno de ellos como si simplemente les estuviésemos viendo en cualquier programa!
Me has hecho emocionarme, reír y llorar con ellos, pero sobre todo morirme de amor al verles que por fin TODOS consiguen disfrutar de su amor! <3 *croqueta mode on*
Me ha enternecido el corazón ver a la yama pair así de tontitos, dándome mucha penita Ohno por su inseguridad, y me ha matado de amor como al final Nino confesaba sus sentimientos y como "el lobo feroz" aseguraba que se lo iba a comer xDDDDD Me tuve que reír con esa parte xDDD
En serio, ha sido maravilloso leer esta historia, así que espero poder leer muchas más!
Gracias ^^