miércoles, 15 de agosto de 2012

No es una cita

Género: romance, vida cotidiana, shonen ai
Personajes:
Arashi
Parejas:
Matsumiya
Rating:
+13
Notas del Autor:
Una historia sencillita, pero personalmente me ha gustado. Espero que a vosotras también ^^


No es una cita

-Odio este programa- afirmó Jun, mientras intentaba colocarse el micrófono en la parte trasera del pantalón.

-Creo que te he escuchado decir eso de todos nuestros shows- puntualizó Sho, aparentemente divertido.

-Pero en verdad este es el peor…- masculló. Se dio por vencido con el micro, buscando con la mirada a alguno de los asistentes para que le echara una mano, aunque todos parecían bastante ocupados ultimando los preparativos antes de que salieran a escena- No quiero volver a caer al agua, de ninguna manera- aseguró, resoplando algo molesto. No sabía quien había tenido la “brillante” idea de lanzar al perdedor del Mote Arashi, Dame Arashi en una piscina llena de bloques de hielo, pero desde luego le diría muy a gusto algunas palabras.

-No te preocupes que seguro que lo haces bien- le tranquilizo Nino, mientras le daba unas palmaditas de ánimo en el hombro-. Anda déjame colocarte esto- pidió, cogiéndole el micrófono y poniéndoselo bien.

De alguna manera las palabras de Nino consiguieron calmar un poco su mal humor, así que cuando el director les dio paso a escena Jun pudo mostrar la mejor de sus sonrisas. Tras la breve presentación empezaron las preguntas sobre temas sentimentales, y Jun había perdido la cuenta sobre cuántas veces habían contestado la primera de ellas: ¿Dónde llevarías a tu chica en vuestra primera cita? Cuando las pantallas ubicadas sobre ellos mostraron sus respuestas, resultó que tanto Jun como Nino habían escogido ir a un parque de atracciones.

-Vaya, hemos contestado lo mismo- observó Nino- ¿Deberíamos ir juntos?- inquirió con una sonrisa ladeada, para luego guiñarle un ojo provocando el griterío general.

-Deberíamos. Tengamos una cita la próxima vez- se mostró de acuerdo Jun, para deleite del público. No era muy dado a ofrecer fanservice, pero con Nino se sentía tan cómodo que a menudo le seguía el juego sin darse cuenta.

Las fans volvieron a gritar, las comediantes se pusieron a hablar todas a la vez tan atropelladamente que fue imposible entenderlas y Aiba afirmó con absoluta inocencia que él también quería ir. Después de eso el presentador pasó a cuestionar la incomprensible respuesta que había dado Sho, y Jun no volvió a pensar en aquel Dame Arashi. Al menos hasta varios meses después.

Había terminado de rodar algunas escenas al aire libre para su nuevo dorama, que precisamente transcurrían en un parque de atracciones. El director estaba dando algunas indicaciones sobre las escenas que grabarían al día siguiente cuando el propietario del parque se acercó hasta ellos. Quería agradecerles la publicidad indirecta que hacían de su negocio ofreciéndoles algunas entradas, así que fue acercándose a los distintos miembros del reparto y entregándoles los tickets personalmente.

-¿Podrían ser cuatro para mí? Me encantaría venir con unas amigas- dijo Satomi, su compañera sentimental en el dorama, con la mejor de sus sonrisas.

-Por supuesto- dijo el hombre, justo antes de girarse hacia él- ¿Y usted, Matsumoto-san?- inquirió.

Fue en ese momento que le volvió a la cabeza el Dame Arashi. Sonrió para sí mismo, mientras pensaba que podía ser divertido pasar allí el día con Nino.

-Dos por favor- pidió con una leve reverencia.

-Así que alguna afortunada chica tendrá una cita con Matsumoto Jun- le picó Satomi en cuanto se quedaron a solas.

-No es una cita, vendré con un amigo- corrigió a su compañera, sin darle más importancia.

Satomi enarcó una ceja, dudando claramente de su respuesta. Y es que la sonrisa que se había dibujado en sus labios cuando pensaba en quien iba a llevar no parecía para nada la que se dedica a una amistad.

-No es una cita- aseguró, guardando las entradas en su cartera y dirigiéndose hacia su camerino.

---

Jun entró en la sala de ensayo de evidente buen humor. Le gustaban las tardes de los jueves. Las tenían reservadas para las actividades musicales del grupo, así que la pasaban tranquilos en la agencia, repasando las coreografías, practicando las canciones en el estudio o simplemente planeando sus próximas actuaciones. Y raramente terminaban el trabajo más tarde de las nueve, lo que era todo un logro.

Dejó su bolsa a un lado mientras daba un vistazo a la estancia. Riida estaba dormitando en el sofá, Sho leía el diario sentado en la esquinita que quedaba libre y Aiba daba saltitos de un lado a otro, suponía que calentando antes de ponerse a ensayar.

-¿No ha llegado Nino?- preguntó.

-Ha llamado hace un rato a la agencia. Llevan retrasado el capítulo del dorama que se emitirá esta semana y se quedará toda la tarde en el set- informó Sho, dejando el periódico a un lado y mirando a Ohno, preguntándose si debía despertarlo o no.

-Oh- fue todo lo que dijo Jun.

-¿Y esa cara de decepción?- cuestionó Sho.

-Es que ayer me dieron unas entradas para el parque de atracciones y como esta semana coincidimos en nuestro día libre iba a preguntarle si me quería acompañar- explicó, encogiéndose de hombros para quitarle importancia.

-Oh, así que al final tendréis una cita- bromeó Sho, riendo levemente de su propio comentario. Se decidió a levantar finalmente a Ohno así que le sacudió por el hombro con suavidad.

-No es una cita- repuso Jun, frunciendo levemente el ceño. ¿Por qué diablos iba a tener una cita con Nino?

-¿Qué pasa con una cita?- murmuró Ohno, abriendo un ojo y bostezando adormecido.

-Que Jun va a invitar a Nino a una cita- explicó tranquilamente Aiba, como si fuera de lo más normal.

Jun le fulminó con la mirada. Ya era bastante malo su peculiar modo de entender las cosas, pero que encima lo fuera proclamando como si fuera verdad rozaba el límite de su paciencia.

-Ah, ya era hora- afirmó Ohno, levantándose con pereza.

-Que no es una cita- corrigió Jun, empezando a estar cansado de escuchar tantas veces la maldita palabra- Es simplemente porque me han regalado algunas entradas y Nino dijo la última vez que quería ir. ¿Y qué diablos significa que ya era hora?- gruñó.

-Pero Aiba también dijo que quería ir y no lo llevas contigo, lo que lo convierte de alguna manera en una cita, ¿no?- intervino entonces Sho, mirándole de manera traviesa.

Jun resopló molesto, cogiendo un CD de la estantería y poniéndolo en el reproductor. ¿Por qué se aliaban todos para fastidiarle de esa manera? La verdad es que cuando le ofrecieron las entradas, Aiba ni siquiera se le había pasado por la cabeza, pero eso no tenía nada que ver.

-No es una maldita cita, ¿de acuerdo?- refunfuñó antes de darle al play, intentando ignorar las risas de sus compañeros.

Esa noche llegó a casa sobre las diez. Se preparó algo rápido de cena y luego se sentó a ver la tele en el sofá. Estaba jugueteando distraído con el móvil en sus manos cuando finalmente se decidió a llamar. La verdad era que siempre le llamaba los días que no se veían, aunque fuera para algo tan tonto como preguntarle qué tal le había ido el día o desearle buenas noches. Había cogido aquella costumbre cuando Nino estuvo rodando un par de meses fuera de la ciudad, después de que se quejara varias veces de que se sentía solo sin el resto del grupo, y ya no había dejado de hacerlo nunca. El teléfono sonó dos veces antes de que Nino respondiera animado.

-¿Habéis podido terminar el rodaje?- inquirió Jun.

-Ha sido duro y agotador, pero he conseguido rodar todas mis escenas. No estaba dispuesto a dejar escapar mi día libre- afirmó.

Jun asintió con la cabeza. Ya se lo imaginaba, cualquiera de ellos prefería quedarse en el trabajo hasta las tantas que sacrificar uno de sus escasos días de fiesta.

-Lo suponía… Entonces… ¿te apetece quedar mañana? En el trabajo me han dado unas invitaciones para el parque de atracciones- ofreció con naturalidad.

-Uhm, no sé, no sé… La verdad es que tenía un plan irresistible para mañana- se excusó Nino, haciéndose el interesante- Pensaba quedarme todo el día encerrado en casa hasta pasarme mi nuevo videojuego- añadió, sonriendo traviesamente.

-Eso no es un maldito plan- se quejó Jun- Te pasaré a recoger a las diez- decidió, y sin molestarse en esperar respuesta colgó.

Nino rió divertido mientras escuchaba el tono de fin de llamada. Se levantó del sofá, apagando la videoconsola y guardándola con cuidado en un cajón. Al parecer el juego iba a tener que esperar.

---

Nino estaba sentado en el portal de su apartamento, jugando distraído con su DS, cuando escuchó que tocaban el claxon dos veces. Levantó la vista y comprobó que efectivamente se trataba de Jun. Guardó la partida y metió el aparato en su bolsa.

-Llegas tarde- protestó mientras subía al coche, fingiendo estar enfurruñado, para acto seguido dedicarle a Jun una sonrisa radiante.

-Lo siento, apagué el despertador y no me he vuelto a levantar hasta media hora después- se excusó Jun, poniendo el coche en marcha.

-Entonces la próxima vez definitivamente te quedarás a dormir en mi casa- decidió Nino.

Llegaron al parque de atracciones y empezaron a curiosear por los alrededores, intentando decidir donde subir primero. Antes de que Jun se diera cuenta se había pasado más de medio día entre risas, bromas y alguna que otra molesta idea de Nino. Jun pensó que podría pasar todos sus días libres así, haciendo cosas normales con él. La próxima vez tal vez podría pedirle que le acompañara a aquella exposición que hacía tiempo que quería visitar. O podían escaparse juntos y pasar un día de relax en aquel onsen del que tan bien hablaba Sho, o ir a aquel restaurante que tanto le gustaba a Riida y que siempre insistía en que tenían que probar. O simplemente quedarse todo el día en casa jugando a videojuegos y viendo pelis hasta que se les hiciera tan tarde que acabarían por quedarse dormidos en el sofá y amanecieran al día siguiente tirados en el suelo, hechos un ovillo y acurrucados el uno contra el otro intentando darse algo de calor, como les había pasado la última vez. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta de las chicas que hacía un rato que revoloteaban a su alrededor hasta que Nino se lo hizo notar.

-Me parece que se nos ha acabado la tranquilidad- dijo el mayor, suspirando resignado e inclinando levemente la cabeza cuando las chicas empezaron a señalarles con descaro.

Suponía que lo más rápido sería saludarlas y pedirles discreción. Estaba a punto de proponerlo pero la reacción de Jun le dejó con la palabra en la boca. De pronto se encontró con su mano entrelazada con la de él, que empezó a correr hacia la intersección de la derecha a toda velocidad. Pasaron por delante del cartel que indicaba las atracciones cercanas y Jun se paró sólo el segundo necesario para ubicar lo que estaba buscando. Un par de minutos después le empujaba al interior de uno de los edificios, colocándose detrás de la única pareja que esperaba su turno para subir.

-No voy a escaparme J- aseguró Nino, observando divertido como su compañero tomaba grandes bocanadas de aire después de la improvisada carrera.

A Jun le tomó unos segundos darse cuenta de porque lo decía. Todavía mantenía la mano de Nino fuertemente sujeta entre la suya, consiguiendo que el empleado de la atracción les mirase de reojo una y otra vez. Le soltó de inmediato, completamente avergonzado y murmurando algo ininteligible que a Nino le pareció una disculpa.

La pareja de delante de ellos ya había entrado así que cuando llegó el siguiente vagón el empleado les indicó que podían subir. Nino miró a su alrededor con algo de aprehensión y finalmente se sentó en el carro, sujetándose fuertemente a la barra.

-No soy bueno en las casas del terror- anunció Nino a media voz en cuanto empezaron a moverse. No alcanzaba los extremos ridículos de Aiba o de Sho, pero tampoco era ningún secreto que no lo pasaba nada bien.

Jun no respondió nada. Él tampoco era un gran aficionado pero era la única manera segura de poder seguir tranquilos, al menos un rato más. Dio un bote en el asiento cuando las luces parpadearon varias veces y dejaron ver una figura fantasmagórica, aunque nada comparado con el grito ahogado que soltó Nino ni con la manera en que éste se había aferrado con ambas manos al borde de su camiseta, buscando la seguridad de su contacto. Jun sonrió de medio lado y le pasó el brazo por los hombros, apegándolo contra él. Nino le miró de reojo, separándose algo enfurruñado, pretendiendo no estar asustado. Pero en cuanto los siguientes actores hicieron su aparición Nino enterró la cabeza contra el hombro de Jun, decidido a no ver nada más hasta que salieran de allí.

Jun pensó que si Nino fuera una chica, aquel gesto le hubiera parecido completamente adorable. De hecho debía parecérselo de todas maneras, porque su corazón se había acelerado y estaba más que seguro que no tenía nada que ver con el miedo. El vagón se puso en marcha y Jun se dijo que si estuviera allí con una chica, sin duda aprovecharía ese momento para besarla. Se preguntó cómo sería sentir el tacto de los labios de Nino. Parecían suaves y mullidos, y seguro que sería totalmente diferente de besar a una chica. Nino no se estaría para nada quieto ni le dejaría hacer, querría explorar hasta el último rincón de su boca y no le dejaría ir hasta sentirse satisfecho. Por un segundo, sólo una fracción de segundo, estuvo tentado a comprobarlo, pero entonces se dio cuenta de qué estaba pensando y lo apartó rápidamente de su cabeza. La culpa era de Riida, de Aiba y de Sho, que se habían pasado toda la maldita tarde bromeando sobre su supuesta cita con Nino y ya no sabía ni que pensar.

El resto de la tarde transcurrió sin más incidentes y pudieron disfrutar con tranquilidad de las atracciones hasta que los altavoces empezaron a anunciar que era hora de cerrar. Nino se encaprichó de ir a cenar a una hamburguesería y a Jun no le quedó más remedio que ceder, por lo que ya estaba bien entrada la noche cuando aparcó frente al apartamento del mayor.

-Ha sido divertido, creo que deberíamos repetir- dijo Nino, dedicándole una amplia sonrisa.

-Yo también lo he pasado bien. Nos vemos mañana en el estudio- se despidió.

Nino frunció los labios y le miró durante largo rato, pero finalmente asintió y le deseó buenas noches. Puso la mano sobre la maneta de la puerta, dispuesto a salir. Incluso llegó a abrir, pero antes de bajar cerró de nuevo y se volvió para mirar a Jun.

-Deberías besarme ahora- le susurró Nino, tras pensarlo durante varios segundos.

-¿Qué?- preguntó Jun, que no creía haber escuchado bien.

-Se supone que esto es una cita, ¿no? Deberías besarme antes de dejarme en casa, o podría no darme por enterado de tus intenciones- afirmó, ladeando una sonrisa traviesa.

-No es una ci…- empezó a decir Jun- Bah- desistió. ¿A quién diablos pretendía engañar? Era absurdo intentar negarlo cuando al parecer resultaba tan obvio para todo el mundo.

Desabrochó el cinturón de seguridad y se inclinó hacia el asiento de Nino, sintiendo como se le aceleraba el corazón cuando éste cambió su sonrisa juguetona por una más cálida y sincera. Se detuvo a escasos centímetros de él, llevando una mano hasta su sien, apartando los mechones que le caían rebeldes sobre la cara. Se acercó un poco más y pudo sentir como la respiración de Nino se aceleraba levemente, como se humedecía los labios de manera inconsciente, anticipando el momento. Se armó de valor y acortó la distancia que les separaba. Fue un roce lento y sutil en el que pudo sentir la suavidad y la calidez de los labios de Nino, que se ladearon levemente para acomodarse a los suyos. Durante unos segundos ninguno de los dos se atrevió a moverse, pero entonces Nino entreabrió levemente la boca, invitándole a pasar. La lengua de Jun no se hizo de rogar y Nino dejó escapar un suave gemidito al sentir el húmedo contacto.

Aquel sonido erizó la nuca de Jun y se llevó cualquier rastro de duda que le pudiera quedar. Sus lenguas se entrelazaban sin descanso y peleaban por introducirse en la otra cavidad, enredadas en un beso que parecía no tener fin. Las manos de Nino se habían decidido a explorar y se habían colado bajo su camiseta, acariciando su espalda, provocándole mil y un escalofríos y ganas de más. La falta de aire les obligó a separarse para respirar entrecortadamente, y Jun podía notar como su pecho subía y bajaba intentando recuperar un ritmo normal. Volvió a su asiento, mientras se decía que si seguía así iba a acabar mal.

-Creo que debería volver a casa por hoy- murmuró Jun-. Ya se ha hecho bastante tarde y todavía me queda un buen rato de conducción.

Nino le contempló en silencio, sin estar seguro de lo que quería decir. ¿Era una manera educada de escapar de allí?

-¿Quieres… quedarte a dormir?- ofreció, dubitativo.

Jun negó con la cabeza, con la vista fija en el frente, sin atreverse a mirar a su compañero.

-No estoy seguro de poder controlarme si me invitas a subir- murmuró avergonzado.

La risa de Nino, alegre y cristalina, inundó todo el lugar.

-No soy una chica J, no hace falta que te preocupes por ese tipo de cosas- le tranquilizó.

Pero Jun negó con la cabeza, obstinado como él solo. Por un segundo creyó que Nino iba a protestar pero finalmente se rindió.

-Está bien… pero la próxima vez escojo yo donde tendremos la cita. Y no quiero quejas si es en mi casa- advirtió en un ronroneo seductor.

Jun tragó saliva y asintió sumisamente con la cabeza. Y es que… ¿Qué otra cosa podía hacer?

10 comentarios:

  1. *¬*muriendo lentamente .... babas por todos lados

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que te recuperres pronto, no querría quedarme con tu muerte sobre la conciencia, jajaja.

      Eliminar
  2. Regrese... creo q ya estoy mejor!
    Lo unico que puedo decirte es que me encanta como escribís los fanfics de Matsumiya ♥
    Jun siempre negandose, jajajajja me rei tanto!!!!
    Se hubiera quedado, Nino se ve a leguas que estaba con ansias de que se quedara!!!
    Me encanta♥
    sin duda tus fics son mis favoritos en cuanto a Matsumiya ♥
    pero si escribieras tambien lo seria XDDD
    Que linda Cita!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida de nuevo ^^ Menos mal que ya estás mejor.
      Me alegra leer eso, yo intento escribir de manera que parezcan un poquito ellos (dentro de las circunstancias del fic, claro)
      Jajaja, confieso que yo me lo pasé estupendamente molestando un poco a Jun. Pero fui buena y lo dejé antes de que saliera de sus casillas XDD
      Bueno, esperemos que sólo sea la primera de muchas otras citas. Seguro que sí porque no creo que Nino le deje escaparse tan fácilmente XDDD

      Eliminar
  3. Hermosooooso~! Me encantó su "no cita", y me reí bastante con Jun y sus negaciones xD, me lo imaginé todo enojado y murmurando entre dientes "no es una maldita cita"... En serio, muy divertido x3
    y esta frase, me hizo reír como loca "No alcanzaba los extremos ridículos de Aiba o de Sho..." Me acordé del episodio especial de Himitsu y la casa embrujada x3
    Y el final me fascinó *-* Jun tan correcto y Nino con ganas de ehm...eso XD
    Espero que en la próxima cita Nino si logre su cometido >:3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, seguro que siguen teniendo "no citas" de ahora en adelante, jajaja. Yo intento ser buena con Jun, de verdad, pero no sé porque me asalta la vena de chincharle un poco siempre que tengo ocasión XDDDD
      Creo que ya se ha notado, pero yo también estaba pensando en ese Himitsu, jajaja. Del que siempre he pensado, por cierto, que Sho no gritó tanto o más que Aiba porque estaba demasiado ocupado intentando abrir, pero si hubiera girado la cabeza y visto lo que había... ay. Tendrían que hacer otro por el estilo XDDD
      Yo es que a Jun no sé porque le veo un hombre de extremos... o siendo lo más correcto posible o dejandose llevar sin importar nada más. Pero no te preocupes que seguro que Nino consigue lo que quiere de él (de hecho creo que siempre lo hace XD), aunque tenga que atarle a la cama para que no se le escape (escenas indecentes varias por la mente de Yunnie después de este comentario que había sido hecho originalmente con total inocencia) Ahem... eso, que seguro sí

      Eliminar
    2. En verdad, ese Himitsu me hizo reír como loca, y creo lo mismo que tu, Sho no gritó tanto por estar pendiente a la puerta y porque también los alaridos de Aiba eran demasiado graciosos como para sentir miedo en ese momento (?) xD
      Yo en la mayoría de momentos veo a Jun como el que hace que los demás se dejen llevar, no se, como el es tan sexy y lo sabe... Y por otros momentos lo veo como el más correcto de los caballeros. Un tanto contradictorio el chico, no?

      Y por favor Yu-chan, no te pierdas por mucho tiempo ne? Y que la pases muy bien ^^

      Eliminar
  4. Me Encanto!! <333333
    mi corazon esta acelerado y cuando se besaron kyaaaaaah
    omg!! me derreti encima de mi teclado y seguire asi un buen tiempo
    ♥/////////♥

    Yunnie te adoro Gracias por bellisimo shot
    espero que nos consientas mas seguido XD jeje

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que bien que te gustara ^^
      Yo creo que los dos estaban un poco inseguros al principio de besarse, pero parece que le han pillado el truco enseguida.
      Ay, espero que te recuperes pronto que no te quiero K.O. sobre el teclado, jajaja. Todavía queda mucho Matsumiya por leer.

      Intentaré traeros cositas de vez en cuando ^^ Aunque la semana que viene no sé si tendré tiempo porque puede que me vaya fuera, pero prometo no desaparecer por demasiado ^^

      Eliminar
  5. Jun, sonaba a cita lo miraras por donde lo miraras xDDDD Y me da que Nino no quería para naaaaada que te controlases jajajaja pero ha sido muy bonito como lo han dejado para otro día de ese modo tan tiernins.

    En serio me encanta leer estas historias. Es tan fácil visualizarlo todo que me quedo como boba leyendo y haciendo la imagen mental en mi cabeza.

    Muchas gracias por estas historias ^^

    ResponderEliminar