viernes, 22 de junio de 2012

Entiéndeme 08


Notas de autor: Esta vez he sido más rápida. Creo que la yama pair sigue despertando mi vena romanticona, jajaja. Gracias por leer ^^


Capítulo 08

Estaba bien entrada la madrugada cuando decidieron regresar. Satoshi bostezaba perezosamente mientras ponía el motor en marcha. Sho le contemplaba desde la puerta con una media sonrisa, siguiendo atentamente con la mirada cada uno de sus movimientos. Se alegraba de haber ido a pescar esa noche con él, de que Ohno hubiera encontrado el valor para confesarle sus sentimientos. No sabía si tendría el valor de corresponderle, pero sabía que no quería ser el causante de aquella sonrisa triste y forzada que a veces empañaba el rostro de su líder.

Llegaron a puerto en un cómodo silencio que ninguno parecía tener ganas de romper. Sho podría haber permanecido por horas allí, con la calmada presencia de Satoshi como única compañía. Pero Ohno ya se había puesto en marcha, saltando hasta el muelle y empezando a amarrar su bote al embarcadero. El sol había empezado a despuntar en el horizonte, convirtiendo su figura en una silueta teñida de rojo. Sakurai se acercó hasta él sin pensarlo, agachándose a su lado, abrazándolo por la espalda en un impulso.

Satoshi, que estaba demasiado concentrado en hacer correctamente el nudo, se sobresaltó ante el inesperado contacto. Se giró en un acto reflejo, tan deprisa y con tan mala suerte que perdió pie y antes de que se diera cuenta de lo que pasaba se encontró sumergido en el agua. 

Algo asustado, Sho apoyó las dos manos en el borde del embarcadero y se inclinó presuroso sobre el agua, buscando al mayor con la mirada. Enseguida le vio emerger de nuevo, sacudiendo la cabeza para apartarse el pelo empapado de la cara. Le miró con expresión de culpabilidad unos segundos antes de estallar en sonoras carcajadas.
-Me has asustado- protestó Ohno, con un pucherito.

-Lo siento- se disculpó, aunque la risa que no lograba detener no parecía concordar demasiado con sus palabras.

Satoshi se puso de morros y levantó de golpe uno de sus brazos, consiguiendo salpicarle un poco la cara. Iba a repetir la operación con las dos manos, pero no hizo falta porque de pronto Sho se puso en pie y se lanzó de cabeza al agua, nadando hacia él.

-De verdad lo siento, no pensé que acabarías en el agua- aseguró.

-¿Y qué esperabas?- protestó, moviendo suavemente los pies para mantenerse a flote- Cuando alguien te asalta de improvisto por la espada te sueles asustar, no sé en qué más podías estar pensando.

-En esto- aclaró Sho, tirando de un brazo de Ohno para acercarlo a él y besarle los labios.

-Oh- murmuró un tanto avergonzado, sonriendo levemente, olvidado cualquier rastro de enfado.

Sakurai pasó las manos tras la espalda de Satoshi, quien no dudó en volver a juntar sus bocas, dejando que su lengua se enredara con la del rapero. Cerró los ojos, sintiendo las manos de Sho afirmarse en su cintura para impedir que el vaivén del agua los separase, dejándose llevar por sus besos expertos, abriendo de vez en cuando los ojos para comprobar que no se trataba de un sueño, sonreírle y volver a empezar. No supo cuanto rato pasaron allí, pero el sol ya estaba bien alto cuando al fin salieron del agua.

Ohno tembló levemente cuando el aire helado de la mañana apegó las ropas empapadas contra su piel. Aceleraron el paso hasta el coche, y Sho le dio una manta para que se secara un poco antes de entrar. Cuando llegaron frente a la casa de Satoshi, la ciudad ya empezaba a despertar y los más madrugadores salían de casa, soñolientos y desganados.

-Buenas noch…- Satoshi miró el cielo, completamente iluminado ya, y dejó la despedida a medias, haciendo reír a Sho- Nos vemos mañana- se corrigió.

Sho asintió con la cabeza. Ohno se desabrochó el cinturón y accionó el tirador de la puerta, aunque no la llegó a abrir. Se volvió hacia su compañero, mirándole algo dubitativo, inclinándose hacia él. Sho le miró apenado, adivinando sus intenciones de besarle, deteniéndole con la mirada.

-Alguien podría vernos- advirtió, con una sonrisa resignada.

Satoshi le miro seriamente antes de asentir con la cabeza.

-Tienes razón- coincidió, abriendo finalmente la puerta y haciéndole un gesto de despedida con la mano.

No pudo evitar sonreír cuando Sho le guiñó un ojo en respuesta. Entró en su casa, guardó el pequeño botín de pesca que había conseguido y se desplomó sobre la cama con expresión satisfecha. Ni en el mejor de sus sueños se hubiera atrevido a imaginar que todo podía salir tan bien.

***

Emitió un leve quejido. El persistente dolor de cabeza que le había acompañado toda la noche apenas le había dejado descansar, provocándole una sensación de malestar general en todo el cuerpo. Llevándose las manos a la frente, Nino se incorporó sobre la cama y abrió los ojos con pesadez. Los débiles rayos de sol que se colaban a través de la persiana permitieron que sus ojos se habituaran rápidamente a la escasa luz, haciendo que se diera cuenta de su desnudez. Fue en ese instante que las escenas de la noche anterior empezaron a pasar en rápida sucesión por su cabeza, congelándole la sangre en las venas. Se volteó lentamente hacia el lado derecho de la cama, pero en ella no quedaba rastro de Jun.

Supo que no había sido un sueño porque el cristal de la ventana le devolvía su reflejo, dejando ver una zona amoratada en la parte del cuello que había mordisqueado J. Suspiró sin ánimos. ¿Qué le habría pasado por la cabeza al levantarse aquella mañana? ¿Había huido aterrorizado de allí? Cogió la pastilla que Jun había dejado sobre la mesita la noche anterior y se la tragó junto a un largo sorbo de agua. Se levantó con desgana, poniéndose algo de ropa para dirigirse a la cocina. Estaba a medio camino cuando empezó a escuchar el rítmico sonido que provenía de allí. La puerta estaba entreabierta y la luz encendida, así que se detuvo dubitativo antes de entrar. Finalmente se armó de valor, tragó saliva y abrió la puerta con decisión. Jun dejó de batir los huevos y se volvió para mirarle, con una mueca totalmente inexpresiva en el rostro.

-Buenos días- dijo antes de seguir con lo que estaba haciendo-. Estoy preparando el desayuno, estará en un momento- anunció con voz monótona, sin un solo altibajo que denotara emociones en su tono de voz.

Resultaba obvio que le estaba evitando deliberadamente, así que Nino se limitó a asentir con la cabeza y sentarse en una de las sillas de la cocina, sin apartar la vista de él, dándole tiempo. Le vio cocinar la tortilla, servirla en los platos y empezar a fregar los cacharros con aspecto distraído, alargando indefinidamente el momento de enfrentarle.

-J...- le llamó. No podían simplemente fingir que no había pasado nada, necesitaban hablar. Quizás estaría bien empezar con una disculpa por actuar tan caprichosamente y después confesarle a Jun lo que sentía por él. Aunque el más pequeño de los Arashi no era tonto, Nino estaba bastante seguro de que ya se habría dado cuenta- Sobre lo que pasó anoche...- empezó a decir, pero la voz le tembló y fue incapaz de continuar.

Jun dejó la sartén en la encimera y se volteó lentamente para mirar a Nino. Éste tenía la vista clavada en el suelo, con el flequillo ocultándole los ojos y pintas de no saber donde esconderse. Conocía bien aquella expresión que Nino solía adoptar cuando un tema era incómodo para él y que le hizo sentir una punzada de culpabilidad. Seguro que no sabía cómo decirle que lo de anoche sólo había sido un error sin herir sus sentimientos.

-No te preocupes, no tiene más importancia- le intentó ayudar, quitándole importancia con el tono más indiferente que fue capaz de adoptar. Nino levantó la vista contemplándole sin parpadear, como si esperase algún tipo de explicación-, sólo fue un calentón... Cualquier amigo habría hecho lo mismo- añadió.

-¿Cualquier amigo?- repitió Nino, con una expresión indescifrable. Se puso de pie y se acercó hasta Jun, intentando mantener bajo control el enfado que amenazaba con hacerle subir el tono de voz- O sea que si hubiera sido Riida o Sho, ¿también habría estado bien?- inquirió, retándole con la mirada.

Jun cerró los ojos un instante. ¿Qué esperaba, que le confesara sus sentimientos? Ya había tenido bastante con su intento de aproximación en la sesión de fotos, no iba a caer en su juego y permitir que se riera otra vez de él.

-Sí- respondió el menor, ignorando el nudo que se había formado en la boca de su estómago.

Nino entrecerró los ojos, afilando la mirada, acabando de salvar la distancia que les separaba y acorralándolo contra el mármol, acercando tanto sus labios a los de Jun que casi se rozaban.

-Entonces... si te pidiera sexo ahora, ¿también estaría bien?- cuestionó implacable, conteniendo a duras penas la rabia que amenazaba con desbordarse.

Jun le miró con resentimiento. ¿Qué necesidad tenía de ser tan cruel? Sabía de sobras que le tenía en sus manos, que conseguiría lo que quisiera de él. ¿Encontraba algún placer retorcido forzándole a humillarse, a exponer su debilidad ante él?

-Estaría bien- respondió desafiante.

Nino perdió toda la determinación ante esa respuesta. ¿Así que eso era todo lo que significaba para Jun? Un poco de sexo fácil con alguien que no le importaba lo suficiente como para pararse a pensar que podía representar para él.

-Bien- murmuró, mientras se apartaba un poco de Jun-. Bien- volvió a repetir, sin terminar de entender cómo diablos habían acabado así-. Iré a ducharme, no quiero oírte protestar porque llegamos tarde a la grabación del dorama- dijo, sintiendo la repentina necesidad de alejarse de J.

Se encerró en el baño y abrió el grifo de la ducha, dejando que el agua helada le recorriera el cuerpo, como si con ello pudiera arrastrar la sensación de malestar que se había instalado en su pecho. Se repitió una y otra vez que no pasaba nada, que ya sabía que su amor estaba condenado al fracaso, que todo estaba bien. Se lo repitió tantas veces que las palabras acabaron por perder su significado y sólo quedó una desagradable sensación de vacío. Cuando regresó de nuevo a la cocina, ya se había colocado la máscara de indiferente despreocupación de siempre, guardándose todo lo que sentía para él.

Continuará... 

4 comentarios:

  1. aaaaaaah!!! siento un coraje agarren me que entro al fic y les brindo unos golpes a esos 2 me lleva #$%#$%#% *exhala y supira* assh que manera de hacerse daño T-T assh espero que ya alguno no aguante mas y diga lo que siente ya quiero ese lemon completo XDDDDDDDD skjdfsfkjhs jajajaja

    sobre le yama pair kyaaaaaaaaaaaaah!! me encanto
    son un amor los dos aaaaa me derretí ♥////////♥

    Gracias Yunnie por actuializar rapido *0* espero el cap sig con ansias :D

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    1. No me los golpees a ver si se van a quedar aún más tontos, y entonces ya sí que no hay solución para ellos, jajaja. Yo no sé como se lían tanto ellos solitos, sería tan sencillo como que uno aceptara tragarse un poquito del orgullo y ceder... pero antes o después alguno tendrá que hacerlo, digo yo.

      Oish la yama... tan monos ellos, me tienen atontada XD

      Muchas gracias a ti por leerme siempre ^^

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  2. Ah nooooooooooooooo en serio que a estos hay que darles con el sarten, dios mio, puede pasar millones de años y no se animan a confesarse, si lo hicieran, serian tan felices .... pero de esto va la historia XDDDD jajajajaja
    pero da coraje!!!!!! XDDDDDDDDDDDDDDD
    Me encanto, no mas bien me enamore, no algo mas alto aun, el par Yama son dos amores, dos dulces, tiernos, waaaaa me pueden me estoy derritiendo de amor por ellos!!!!!!

    Muchas gracias por continuarla!!!!

    Esperare ansiosa el siguiente!!!

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    1. Jajaja, te he imaginado dándoles sartenazo. A mí también me dan ganas, tienes toda la razón, pero también es verdad que me quedaría sin historia entonces xD Por eso le puse precisamente el título de entiéndeme, porque parece que es lo que necesitan hacer, entenderse el uno al otro... y por el momento no lo consiguen.

      La yama *o* menos mal que ellos le ponen un poco de amor y sensatez a la historia, son un amor.

      Muchas gracias por leer y animarme a seguir con el fic ^^

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