Notas de autor: Y después
de tanto tiempo… he vuelto. Siento mucho la espera. No sé porque se me ha hecho tan difícil escribir
este capítulo. Tenía la idea general en la cabeza y no la conseguía plasmar…
pero no podía dejar las cosas eternamente a medias, así que aquí os dejo la
continuación.
¡Aviso! Este capítulo contiene sexo explícito.
¡Aviso! Este capítulo contiene sexo explícito.
Capítulo 07
Jun aparcó cerca del apartamento
de Nino y se lo quedó mirando largo rato con el ceño levemente fruncido. No
había parado de murmurar en sueños en todo el camino. Le zarandeó con suavidad hasta que éste abrió los ojos y
parpadeó un par de veces antes de conseguir enfocarle.
-¿Puedes caminar?- inquirió en
tono serio.
-Claro, no he bebido tanto-
respondió Nino, llevándose una mano a la frente y haciendo una mueca. Aunque le
daba vueltas la cabeza como en la peor de sus borracheras.
Escuchó como Jun resoplaba y
abría la puerta del coche, así que él también salió y le siguió con pesadez,
preguntándose porque se encontraba tan mal. ¿Y por qué diablos tenía tanto
calor, cuando el viento que chocaba contra su rostro era helado? Jun se detuvo
frente a la puerta de su casa y él se lo quedó mirando sin saber muy bien qué
esperaba.
-Las llaves- demandó el menor al
cabo de varios segundos.
-Oh- se sorprendió Nino, y le dio
la risa floja por no haber caído en algo tan obvio. A lo mejor sí que se había
pasado un poco bebiendo, pensó mientras le entregaba las llaves a su compañero.
Jun le ordenó que se metiera en
la cama mientras él iba a por algo para el dolor de cabeza y Nino le obedeció
sin rechistar. Se dirigió a su habitación, deshizo las sábanas y se dejó caer
sobre la cama tal cual. Ahora que se había despejado un poco parecía que se le
iba pasando el mareo, aunque la sensación extraña que le había acompañado todo
el camino seguía recorriendo su cuerpo y causándole una ligera ansiedad. Cuando
Jun entró con un vaso de agua en las manos Nino respiraba bastante agitado.
-J...- le llamó a media voz-
tengo mucho calor.
Jun se quedó helado, a solo un
paso de la cama, mirando a Nino con algo de alarma. No le estaría haciendo
efecto ahora el puñetero afrodisíaco... ¿no? Entonces se dio cuenta de que se
había metido en la cama tal cual había llegado.
-Claro que tienes calor,
idiota... te has metido en la cama con el abrigo- refunfuñó, dejando el vaso
sobre la mesita y tirando de él para que se incorporase un poco.
Le ayudó a quitarse el abrigo,
mientras Nino se reía solo. En cuanto dejó la prenda a un lado Nino se le
acercó para poder susurrarle al oído, pasando los brazos tras su cuello en
actitud coqueta.
-No me refería a ese tipo de
calor- corrigió Nino, riendo con suavidad al notar como su compañero temblaba
al sentir la calidez de su aliento, sus labios rozándole juguetonamente el
lóbulo de su oreja.
Jun apartó en seguida de su
cabeza la infinidad de ideas que le acababan de cruzar por la mente ante esa
simple insinuación. Contuvo la respiración un instante para controlar el
escalofrío que le producían los labios de Nino desplazándose de forma traviesa
por su cuello, en una caricia apenas perceptible pero que era toda una
provocación. Lo cogió de los hombros para apartarlo suavemente de él.
-No sabes lo que haces- dijo Jun,
apartándole con cuidado el flequillo de los ojos.
-Claro que lo sé- aseveró Nino,
llevando las manos a la camiseta de Jun y atrayéndolo de nuevo hacia él-, te
estoy provocando- aclaró, juntando sus labios con los de él-. Está bien si es
sólo por esta noche, ¿verdad, J?
Jun se estremeció de pies a
cabeza ante el inesperado roce, olvidando cualquier clase de pensamiento
coherente. No fue capaz de reaccionar hasta que sintió como la boca de Nino se
movía sobre la suya, para atrapar de manera tentadora su labio inferior. Su
primer impulso fue rodear con desesperación la cintura de su compañero y
abandonarse a aquel beso, pero se obligó a mantener la cabeza fría y, a
desgana, deshizo aquel leve contacto antes de que se profundizara y se llevara
la poca cordura que le quedaba.
-No creo que mañana pienses lo
mismo- afirmó, apartándose de él mientras esbozaba una sonrisa amarga. Nino no
le perdonaría en la vida si se aprovechaba de él en aquella situación.
Pero Nino no estaba dispuesto a
darse por vencido. Sólo le estaba pidiendo una noche, ¿es que ni siquiera eso
estaba dispuesto a concederle? Gateó sobre la cama acortando la distancia con
Jun y se sentó a horcajadas sobre él, volviendo a posar su boca sobre la de
Jun.
-Por favor…- murmuró, pasando los
brazos tras el cuello de J, apretándose contra él para que sintiera el calor
sofocante que recorría su cuerpo, lo mucho que le necesitaba- por favor…- repitió
sin separarse un milímetro- por favor- insistió mientras mordisqueaba su labio
inferior.
No estaba bien. Aquello no estaba
para nada bien y Jun lo sabía, pero era como el canto de una sirena, una
tentación que no encontraba fuerzas para rechazar. Nino había decidido explorar
bajo su camiseta, colando las manos en su espalda y tanteando su piel hasta
llegar a los costados, al pecho, a su vientre. Los labios de Jun se separaron
solos para dejar escapar un jadeo ahogado al notar la lengua de Nino invadiendo
su boca. Y entonces cedió.
Tumbó a Nino bruscamente sobre la
cama y respondió con desesperación al beso, como si quisiera devorarle, dejando
que sus manos viajaran por el cuerpo del mayor. Se separó de él para deshacerse
de la camiseta de Nino, acariciando su pecho desnudo, sintiendo un escalofrío
cuando este empezó a gemir sin pudor. Sintió como la presión en los pantalones
de Nino crecía conforme sus manos iban descendiendo por la tersa piel, como
se tensaba notablemente cuando sus dedos se deslizaban por el vientre y
se estremecía cada vez que recorría el borde del pantalón. La respiración que
se iba acelerando y volviendo entrecortada contra sus labios era una
provocación demasiado tentadora como para que Jun no volviera a cazar aquella
boca de sabor entre dulce y amargo que le había hecho
olvidar por completo todo lo demás. Las manos de Nino tras su nuca, apretándolo
más contra él en un intento desesperado de profundizar aquel beso era más de lo
que podía resistir. Jun buscó los botones el pantalón de su compañero y los
desabrochó, deshaciéndose rápidamente de toda la ropa que le quedaba.
Nino se mordió el labio inferior,
dejando escapar un lento gemido al notar las manos de Jun deslizarse por el
muslo hasta su entrepierna. Todavía estaba algo aturdido por los efectos de la
bebida en su cuerpo, así que se limitó a dejarse hacer mientras los dedos del
menor se paseaban arriba y abajo por su creciente erección, con una lentitud
tortuosa. Nino no tuvo reparos en suplicar por más, así que Jun sonrió de medio
lado y se lanzó a devorar su boca, desplazándose decididamente hacia el cuello.
Nino contuvo la respiración al
notar los dientes de su compañero arañar y morder cerca de la clavícula. Ladeó
de manera inconsciente la cabeza, permitiéndole pleno acceso a su cuello, y
contuvo la respiración cuando la mano de Jun empezó a moverse de nuevo sobre su
erección, acrecentando el ritmo acorde con los gemidos mal reprimidos que se
escapaban de sus labios. Paseó sus manos inquietas por la espalda del menor,
temblando ligeramente cada vez que éste aumentaba la succión sobre su
sensibilizada piel o la presión de sus caricias. Jun no tardó en sentir
como Nino se arqueaba hacia atrás y jadeaba con pesadez, al tiempo que un
líquido tibio se derramaba en su mano como resultado de su placer.
Jun se tumbó a su lado en la cama
mientras Nino intentaba recuperar el
aliento, y en ese instante fue plenamente consciente de lo que acababa de pasar. Nino casi había entrado en pánico cuando le intentó besar el día
anterior, en cuanto se le pasaran los efectos de la droga le iba a odiar. Se
cubrió el rostro con una de las manos, sin acabar de creerse lo que acababa de
hacer.
Nino abrió los ojos y se sentó en
el regazo de su compañero. Sólo entonces se dio cuenta de que tenía una
expresión bastante sombría, y sintió una punzada de dolor al pensar que ya se
estaba arrepintiendo de lo que había hecho. Se inclinó sobre él para rozarle la
mejilla y llamar su atención. Quizás debería disculparse por imponerle sus
caprichos. Pero al moverse notó el bulto en los pantalones de Jun y se dio
cuenta de que se había abandonado a su propio placer, sin pensar en nada más.
Desabrochó con destreza los
pantalones que aprisionaban la erección que ya debía resultar dolorosa y retiró
las prendas de ropa. La tomó entre sus manos, dudando un instante sin tener muy
claro que hacer. Pero no parecía que Jun fuera a detenerle así que se movió
para aproximarla de manera temblorosa hacia su entrada. Quizás no fuera la
mejor manera de arreglar las cosas, pero ya se había aprovechado lo suficiente
de su amistad para acabar de aquella manera. Lo menos que podía hacer era
devolverle el placer. Unas manos se posaron con firmeza sobre sus caderas y lo
retiraron ligeramente hacia atrás.
-Ya es suficiente- se negó Jun de
manera rotunda-, esas cosas… deben hacerse con alguien que te importa- se
escuchó decir. “Y yo… no soy lo suficiente importante para ti, ¿verdad?”, pensó
con amargura, con la ridícula esperanza de escucharle decir que sí le
importaba.
Nino le miró dolido unos
instantes. Ya sabía que Jun no correspondía sus sentimientos, pero no
necesitaba recordárselo de manera tan cruel.
-Pero… es justo devolver el
placer a tu pareja- murmuró en un débil susurro.
-Yo no soy tu pareja- refutó Jun,
con más dureza de la que pretendía.
-Esta noche sí- replicó
desafiante, descendiendo para apoderarse con decisión de los labios del menor.
Nino abandonó su boca para trazar
con su lengua un húmedo camino por el cuerpo de Jun, notando como su
respiración se aceleraba conforme se acercaba a la parte baja del vientre. Se
detuvo dubitativo a la altura del ombligo, sintiendo como los nervios se
acumulaban en la boca de su estómago.
-No tienes porque hacerlo-
murmuró Jun, con la voz entrecortada.
Nino negó con la cabeza.
-Quiero hacerlo, es sólo que...
nunca he hecho algo como esto- aclaró. No era bueno haciendo cosas por primera
vez, no le gustaba para nada fallar, pero esta vez no podía escaquearse como
solía hacer en los programas. No quería hacerlo.
Dejó de darle vueltas y se
introdujo la erección de Jun en la boca, deslizando su lengua con algo de
timidez. Jun se estremeció por completo ante el gesto, así Nino se atrevió a
moverse finalmente, resiguiendo toda su longitud. Los jadeos que empezaron a
salir de la boca del menor hicieron que Nino fuera ganando confianza,
aumentando el ritmo de lo que hacía y jugueteando con la lengua en busca de sus
puntos más sensibles. Notó como la respiración de su compañero se entrecortaba
y como empezaba a temblar bajo él. Y de pronto las manos de Jun tiraron de él
para apartarlo de allí, mientras dejaba escapar un gruñido de pura satisfacción.
-Yo...- jadeó el Jun de manera
entrecortada cuando logró recordar cómo se respiraba tras el orgasmo- No... No
aguantaba...- intentó explicar, repentinamente avergonzado.
-Ya me había dado cuenta-
respondió tranquilamente Nino, sin apartar la vista de él.
Los dos se miraron unos instantes
y de repente un silencio incómodo inundó la habitación, haciendo que cada uno
desviara la vista a un lado. Nino fue el primero que se atrevió a moverse,
repentinamente agotado, dejándose caer a un lado de la cama. No quería pensar
en nada más, así que simplemente cerró los ojos y dejó que le invadiera el
sueño, quedándose dormido casi al instante.
Jun le contempló en silencio
largo rato. Finalmente le tapó con las sábanas y se tumbó junto a él. Puede que
no fuera la mejor idea seguir a su lado cuando se levantara, pero no le
quedaban ánimos para conducir hasta su casa en un largo camino donde sólo daría
vueltas a lo que acababa de pasar. Se acomodó junto a Nino como si todo
estuviera bien y cerró los ojos, suspirando con resignación. Había sido un
bonito sueño de una noche que no se volvería a repetir.
Waaaaaaaaaaa sjfhdskjfhaksjfhkjs *¬*
ResponderEliminarquiero mas!!!! *0*
es que como lograron aguantar y no terminar el sexo como se debe aaaash! >.< jajaja
bueno espero que pronto se den cuenta que se aman ^0^ pero mientras que pasara cuando despierten?
espero la conti. con ansias Ganbatte! Yunnie y Gracias por regresar! ;D
Jajaja, yo tampoco sé como se aguantan, con las ganas que se tienen el uno al otro... Pues no sé yo que tal me ha quedado el despertar de estos dos, ahora mismo subo el capi siguiente que lo he terminado hace dos minutos ^^
EliminarMuchas gracias a ti por seguir leyendo y animarme a continuar ^^
No habia leído este!!!!!!
ResponderEliminarComo pude pasarmelo???????
con razon no entendia el 8 XDD bah si lo entendi, solo que me habia perdido la pàrte mas picante XD
WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA dios mio!!!!!!
creo que perdi la cordura XD, xq no se dicen "te amo" dios sean sinceros!!!! que voy a matarloooooosss!!!!! jajajajja
Me encanto este capitulo !!!!!!
I love!
Jajaja, bueno, se puede entender el siguiente, pero perdiendose una los detalles concretos no es lo mismo.
ResponderEliminarDi que sí, un te amo sin dar vueltas ni montarse líos ellos solos, mira que sería fácil... a ver si hay suerte y alguno dice las cosas bien claras.